La primavera ya está aquí y con ella, un sinfín de insectos que despiertan de su letargo para (entre otros menesteres) facilitar la polinización de nuestras plantas, pero también para hacernos la vida un poquito más complicada a los amantes de la jardinería con sus plagas, esas que en ocasiones nos traen de cabeza ya que hacen que muchas de nuestras plantas se vean debilitadas e incluso lleguen a morirse.
Una de esas (casi) incontrolables epidemias es la del «Rhynchophorus ferrugineus», más conocido como picudo rojo. Un coleóptero de gran tamaño, originario de Asia Tropical, que se detectó por primera vez en España en 1995.
Cuando este insecto se encentra en estado larváreo, perfora galerías en los troncos de las palmáceas, haciendo que estas amarilleen y pierdan las hojas, comprometiendo la vida de la planta.
En 2005 la plaga se propagó por «El Palmeral» de Elche, patrimonio de la humanidad y el palmeral más grande de Europa. Aún a día de hoy, la pandemia no se ha podido controlar.
Desde Ferpas, te aconsejamos que «vacunes» a tus palmáceas contra esta plaga ya que es el mejor momento del año para hacerlo. Aplicar los correspondientes tratamientos inmunizará a tus plantas contra este molesto y letal insecto.
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