Recuperamos un antiguo trabajo el jardín T., que se caracteriza por su diseño en plataformas, sencillo en variedades, envolviendo la arquitectura y vinculando un discurso entre ésta y el paisaje que le rodea.
Los elementos estructurantes se conforman con plantas autóctonas, como los «Olea Europaea» y las palmeras «Phoenix», y se combinan con superficies muy limpias de césped a base de mezcla de semillas adaptadas a las condiciones climáticas, en este caso instalado en formato de tepe; y de grava para controlar la aparición de malas hierbas y generar zonas de paso.
La zona de la piscina se envuelve de un ambiente más fresco donde predominan las «Strelitzia augusta», y se enmarcó una fuga con un ejemplar de «Ficus nitida», aportando un toque escultural y teatral a la composición.
Pensamos cada jardín para que nuestros clientes lo disfruten desde el primer momento, pero les sorprenda cada día y volcamos todos nuestros conocimientos y esfuerzos en aportar un plus a nuestros diseños que nos diferencia del resto.