El «Ficus Microcarpa», más conocido como ficus ginseng es una especie originaria del sudeste asiático, como muchas otras especies de ficus, aunque ahora mismo se puede encontrar prácticamente en cualquier lugar del mundo. Se puede encontrar en mayor número en Australia y centro y sur de América, aunque en el mediterráneo se puede llegar a adaptar muy bien.
Por lo general, los ficus son árboles de gran altura y copas prominentes, de más de 30 metros, pero en el caso del ficus microcarpa, la altura no sobrepasa la mitad y se utilizan en ciudades para dar sombra en parques y jardines.
Posee hoja perenne verde brillante y porte rústico, de copa muy extensa y frondosa. Además es una especie resistente, poco exigente en cuidados y que soporta bien períodos de sequía. Destacan sus enormes e intrincadas raíces, que sobresalen del suelo y quedan al descubierto.
Tiene un crecimiento rápido, perfecto para los princiantes del mundo del bonsai, que podrán ver resultados a corto plazo.
El ficus necesita de ciertos cuidados para desarrollarse correctamente, tanto de luz, agua como sustrato.
LUZ
Pueden soportar la exposición directa al sol, aunque no es aconsejable si son ejemplares muy jóvenes ya que podría afectarles negativamente. Si tienes un bonsai, te aconsejamos que tenga mucha luz, pero no sol directo, luz siempre tamizada con una cortina, evitando zonas que den a norte o climas muy fríos, noporque no los tolere, sino porque se ralentiza su crecimiento notablemente.
Orientaciones al sur en interiores de vivienda le proporcionan una buena cantidad de luz con la que crecer. Si lo vas a cultivar como bonsai no es aconsejable orientaciones de exposición directa continuada. Es preferible luz tamizada o evitar las zonas norte (por demasiado fría y sombría) o sur, por todo lo contrario. Las zonas norte no frías si no queremos que siga creciendo a un ritmo normal pueden servirnos. Ralentizan su crecimiento.
CLIMATOLOGÍA
No soporta temperaturas frías, ya que es un árbol de origen tropical. Debes mantenerlo en torno a los 20-25º y procurar que no baje de temperaturas como 10-15º. En las zonas mediterráneas se puede tener en exterior casi todo el año pero los ejemplares muy jóvenes pueden sufrir con el frío del invierno, así que es conveniente meter la planta dentro de casa en invierno. No tolera los cambios bruscos de temperatura, llegando a perder las hojas.
SUELO Y ABONADO
El sustrato óptimo para el ejemplar, dependerá de si es será un árbol situado en exterior o se convertirá en bonsai. Suele ser recomendable el sustrato específico para bonsais, una buena opción es el sustrato de akadama, un sustrato arcilloso muy poroso, que permite un drenaje óptimo. Para plantaciones de jardín, lo idóneo es cultivar con un sustrato universal o para plantas verdes y abonar regularmente cada mes con abonos líquidos, una buena opción también son los abonos de liberación lenta.
Esta especie tiene grandes posibilidades, tanto en un jardín con gran espacio como en maceta transformado en bonsai. Te animamos a descubrir el universo de los ginsengs y todas sus posibilidades.