El verano ha hecho maravillas en este jardín que proyectamos y plantamos el año pasado en Ibiza. Fue un trabajo de envergadura, donde nos trasladamos a la isla con gran parte de nuestra flota de vehículos, equipo humano y una amplia colección de planta ejemplar como ficus de gran tamaño, palmeras de porte singular, a las que tuvimos que someter a entutorados especiales, debido a la curvatura de su troncos, helechos, papiros para las zonas húmedas, gran cantidad de césped en «tepe» para la creación de una pradera natural, etc.
Tiempo después, volvemos a la isla y no podríamos estar más satisfechos con la evolución de este proyecto. Las «Dipladenia mandevilla», han formado una extensa pradera, inundando de flores esta bonita urbanización de lujo. Además de la fantástica adaptación que han tenido el resto de especies. Y es que, cuando se asegura la calidad y la trazabilidad de los ejemplares, además de hacer un estudio sobre las condiciones climáticas y de suelo de la zona, el éxito está prácticamente asegurado.
En lugares como Ibiza, donde el equilibrio de la flora y la fauna es muy especial debido a su condición de isla, debemos ser especialmente cuidadosos con la trazabilidad de cada especie, para no desatar plagas que puedan afectar al ecosistema local.
