Revisitar antiguos proyectos es una actividad que nos encanta. Nos permite ver cómo evolucionan las plantas y cómo el jardín va cambiando en cada estación.
El jardín de A. S. es de esos, que poco a poco se va convirtiendo en un paraíso lleno de recovecos que invitan a evadirse del mundanal ruido y aportan paz y tranquilidad.
El bambú en muchos de los tramos del recorrido, da movimiento a la composición y las especies como «Philodendron» o la «Phoenix roebelenii» llenan de verde el espacio y le dan un aire muy oriental.