El «Ficus Benjamina»aunque fácil de cultivar, es un tanto delicado para jardineros noveles y si uno no conoce bien sus necesidades, puede ver como sus hojas se van cayendo poco a poco o se tornan amarillas.
Hoy en día existen muchas variedades de ficus benjamina con hojas de colores y matices distintos. También se diferencian en sus troncos, que se suelen trenzar o realizar formas curiosas uniendo los tallos de estos ficus.
Al ficus benjamina es importante regarlo para que el sustrato no se seque del todo, pero nunca debemos encharcarlo, es mejor regarlo frecuentemente pero de forma moderada, además en periodos de invierno, una vez cada quince días puede ser suficiente. Por otro lado, es importante aportarle los meses de primavera y verano abono en el agua de riego cada quince días para asegurarle los nutrientes que necesita para crecer.
No te asustes si en primavera pierde alguna de sus hojas, es normal. Sin embargo, si lo hace regularmente puede ser por diversas causas:
• Le falta luz. La falta de luz puede provocar la pérdida de hojas, pero una vez superado el cambio emitirá nuevas hojas más adaptadas a situaciones algo más sombrías.
• Está en un sitio frío. Si está en un sitio frío o han bajado de golpe las temperaturas, como sucede en otoño, puede perder hojas. Asegúrate que se encuentra siempre entre los 13 y los 24ºC.
• Está en un sitio con corrientes. Si las corrientes de aire son constantes, busca una nueva ubicación.
• Lo hemos trasladado de sitio. Al cambiar el ficus benjamina de sitio, puede estresarse y perder algunas de sus hojas. Cuando se adapte, emitirá nuevas hojas.
• Lo acabamos de comprar. Hasta que se adapte a nuestra casa, puede perder hojas por el síndrome de la casa nueva.
• Lo regamos poco, mucho o con agua muy fría. Si nos pasamos con el agua, las hojas se volverán amarillas y se caerán. Si nos quedamos cortos, se caerán y si regamos con agua muy fría dañaremos las raíces y también se caerán las hojas.
• Es primavera. Es normal que en primavera el ficus benjamina pierda las hojas.
Pero, como bien hemos dicho, la pérdida de las hojas no es el único problema del ficus y hay otras enfermedades que pueden afectarle. Estas que os detallamos a continuación son las más comunes:
• Tiene las hojas ennegrecidas. Puede ser por varias causas, pero lo más normal es que sea causa de una helada, que haya estado pegado a una ventana muy fría o que sea un problema de hongos por exceso de humedad o mala aireación.
• Tiene las hojas amarillas. Como hemos comentado antes, puede ser por un exceso de agua o una falta de nutrientes o hierro en la tierra.
• La punta de las hojas está seca. Normalmente suele ser por un problema de corrientes de aire, no le sientan muy bien.
• Las hojas son pequeñas o la planta no tiene vida. Es hora de trasplantarla o renovar la capa superior del sustrato, espera a primavera.