Llega la navidad y con ella los hogares se llenan de «Poinsettias». Ya sean las tradicionales con flores rojas o las variedades blancas o rosadas, siempre ha existido la creencia de que estas pequeñas amigas son plantas difíciles de cuidar y que es misión imposible que lleguen a pasar las fiestas invernales. Pero nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que tal vez sea una planta más difícil de cuidar que otras especies, las poinsettias pueden sobrevivir al invierno sin problemas, sólo hay que seguir una serie de consejos para que no muera en el intento.
- Temperatura: Una temperatura entre 16º y 23º centígrados será perfecta para tu planta.
- Riego: No la riegues demasiado. Es preferible que el agua sea escasa a que la encharques. Esto no quiere decir que no la riegues, en absoluto, mantén el sustrato húmedo pero no lo encharques porque sus raíces son muy susceptibles a la pudrición.
- Ambiente: La calefacción es el peor enemigo de tu poinsettia. Aléjala lo máximo posible de los radiadores y fuentes de calor. Evita los ambientes muy secos y las corrientes de aire.
- Poda: Si has seguido estos sencillos pasos, probablemente tu planta haya sobrevivido al invierno. Es importante que realices una poda en primavera y que tengas en cuenta que de mediados de septiembre hasta Navidad, deberás mantenerla durante 14 horas al día en la más completa oscuridad para que las hojas/brácteas vuelvan a enrojecer. Sus hojas o brácteas coloreadas sólo aparecen cuando los días son cortos.