El árbol de Navidad es el protagonista indiscutible de la decoración en estas fechas. Hoy día, el mercado es muy extenso y ofrece múltiples opciones para todos los gustos. No obstante, desde Ferpas te recomendamos un árbol natural con cepellón, para poder ofrecerle una segunda vida, además si tienes niños en casa, pasadas las fiestas, puede ser una actividad muy interesante poder plantar ese árbol en familia, para enseñarles a los más pequeños el valor de cuidar de la naturaleza. Es importante en este caso, elegir bien la especie, puesto que dependiendo de en qué zona geográfica nos encontremos, nuestro árbol tendrá más o menos posibilidades de sobrevivir.
Si vives en una zona cálida como puede ser el sur de nuestro país, te recomendamos la «Araucaria excelsa» (heterophylla), una conífera que se adapta perfectamente a las zonas tropicales y a temperaturas altas. Tolera tanto la sombra como el sol una vez aclimatada. En zonas de sombra adquiere un porte más plumoso y menos denso con un intenso verde oscuro, al sol su aspecto es más compacto y vigoroso. En los trópicos crece de forma columnar con ramas cortas pareciendo un ciprés ancho debido a la abundancia de luz, en climas templados sus ramas se extienden más, dándole un aspecto más parecido a un abeto.
Aunque sea una conífera y parezca un abeto, es en realidad muy sensible a las heladas y sólo soporta unos pocos grados bajo cero ocasionales y de corta duración, de hecho su cultivo en el exterior sólo es recomendable en zonas libres de heladas.
Además, si vas a tenerla dentro de casa, sus finas y blandas hojas que no pinchan y su porte elegante que se desmarca del concepto habitual de planta de interior, harán que no quieras sacarla de tu hogar pasadas las fiestas. Esto, sumado a que se adapta bien a diversos entornos, tanto fuera como dentro de casa, hacen que sea una opción perfecta para climas cálidos.
(imagen vía: https://www.alibaba.com/)
Si por el contrario, te encuentras en una zona más fría tal vez tu opción sea más amplia, pues hay distintas variedades de coníferas que pueden vivir en esta zona.
El Abeto de Normanía o «Abies nordmanniana Spach» es un arbol originario del Cáucaso, norte de Asia Menor, Georgia y montañas de Crimea. Como vislumbrarás por las zonas de las que procede, es una especie que necesita un clima frío, casi gélido. Podrá aguantar un tiempo dentro de casa, siempre y cuando esté alejado de estufas y fuentes de calor. No tolera los ambientes resecos por los calefactores. Inicialmente era un árbol forestal pero cada vez más, es utilizado como ornamental. Resiste a las heladas y aguanta relativamente bien la contaminación y las enfermedades. Los ejemplares jóvenes no toleran demasiado bien el sol directo, necesitan zonas sombrías, así que si tienes uno en casa, procura que no le dé el sol de forma directa. Si decides colocar iluminación en él, te recomendamos que optes por guirnaldas led, para que desprendan el menor calor posible.
(Foto vía: https://www.bauhaus.es)
Picea abies o abeto rojo es otra de las opciones que puedes poner en tu hogar estas fiestas. Puede alcanzar una altura impresionante, sus hojas o acículas son de un color verde muy decorativo, y además, su copa es densa lo cual hace que se vea aún más bonita. Esta opción es más indicada que el abeto de normandía si tu ubicación se encuentra en una zona con un clima más templado. El falso abeto rojo, de porte más rústico y denso que el anterior, es originario del norte y centro de Europa, por este motivo tolera un clima más suave. Si deseas tenerlo en casa durante la época de Navidad, te recomendamos que evites a toda costa las fuentes de calor o habitaciones especialmente secas. Necesita bastante luz pero no sol directo. Debes regarlo pero no encharcar su sustrato, procura que esté húmedo. Una vez hayan pasado las fiestas, búscale un lugar exterior en semisombra.
(Imagen vía:http://www.massogarden.com/)
Esperamos haberte arrojado un poco de luz sobre este tema, pensamos que es importante que conozcas las distintas variedades de «árboles de navidad» y sus necesidades para que tu elección sea la adecuada. Te hemos dado unas pequeñas pautas, pero hay muchas más especies que también puedes adquirir. Los árboles son seres vivos y se merecen una segunda oportunidad, comprando un árbol vivo y replantándolo después, contribuyes a mejorar el medio ambiente
